Nour H. L.

Hoy quiero hablar de algo que me tiene desconcertada, el sistema educativo, al menos aquí en España. Eso sí, admito que no en todas las instituciones se da el caso que voy a contar a continuación, ya que, gracias a Dios, aún existen profesores de vocación que lo dan todo en su trabajo y se esfuerzan por hacer que sus alumnos aprendan, no solo que aprueben. La participación en clase, ¿cuántas personas se animan a responder o a levantar la mano cuando un/a profesor/a realiza una cuestión? ¿Cuántos? Hay estadísticas y estudios sobre ello y, por ejemplo, la participación en clase en Alemania es mayoritaria. ¿Quién tiene la culpa de que haya alumnos que no se atrevan a preguntar cuando tienen dudas? ¿Quién tiene la culpa de que más de la mitad de la clase no participe a no ser que el/la profesor/a le pregunte directamente? Y es que, en ocasiones, ni aun así responden todos a excepción de un mero "no sé". Esta semana me he sentido bastante decepcionada, ofendida y humi

El mundo,  qué profundo. En las últimas décadas, por no decir desde siempre, no han dejado de suceder guerras entre países, guerras civiles, conflictos internacionales, etc. Esto y otros acontecimientos más me han llevado a pensar en el qué habría pasado si en este globo terráqueo no existieran las fronteras, los países, las nacionalidades, los bandos... Las diferencias entre nosotros, que si somos de esta raza, que si somos de este color, que si somos de esta altura. ¿Por qué todo esto? ¿Por qué tanta clasificación que puede llevar incluso a la discriminación? ¿Por qué? Si al fin y al cabo todos, se supone, que somos seres humanos, aunque como ya dije anteriormente en alguna ocasión, algunos carecen de esta humanidad.  Sí, son asombrosas la variedad de culturas, tradiciones, idiomas y formas de expresarse, pero me refiero a las distinciones políticas, si se puede decir de tal manera.  Las lenguas, ¡ay las lenguas! Muy bonitas, ¿verdad? Estos días he aprendido c